Autotransporte: tres alternativas con alta capacidad de cargas

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Desde provincias y entidades sectoriales hasta empresas privadas, todos los involucrados en el transporte por carretera exploran opciones para optimizar el traslado de grandes volúmenes de mercaderías

Desde hace un tiempo, en los ámbitos del transporte se habla de los bitrenes. Hasta la ex presidenta Cristina Kirchner anunció la aprobación de una normativa para permitir la circulación de estos vehículos por las rutas del país, pero todavía no se logró la aplicación del decreto correspondiente, el N°574/14, que regula la circulación de estos monstruos de cargas en todo el territorio nacional.

Al hablar de bitrenes no nos referimos a locomotoras y vagones que circulan por las vías, sino a enormes camiones que transitan por rutas diferenciales y están conformados por una unidad tractora con dos semirremolques biarticulados. O sea, vehículos más largos que los que se ven hoy y que soportan mayor volumen de cargas.

Tenemos antecedentes. Hace años, la provincia de San Luis adoptó el concepto de bitrenes y permitió la circulación por sus rutas, aunque nunca logró expandir la idea a otras provincias. Sin embargo, recientemente la provincia de Santa Fe publicó la normativa que también autoriza la circulación de bitrenes por sus rutas y algunas señales indican que surgirían medidas similares en otras provincias de la región del NEA.

Mientras tanto, hasta que se implemente aquel demorado decreto, el sector del autotransporte no se rinde y apuesta a la innovación y el desarrollo de otras opciones que optimicen el traslado de grandes cargas.

“El sector apuesta a la innovación para optimizar el traslado de cargas”

En este sentido, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) lanzó su propia propuesta vehicular para el aumento de la capacidad de cargas en las unidades de transporte, con la que buscan mejorar la rentabilidad de la actividad. Se trata de una medida para el corto plazo, al alcance de la mayoría de los transportistas, que incluye la modificación de vehículos existentes, mayor seguridad y aumento de la capacidad de volumen. Asimismo, desde el sector privado, el Grupo Logístico Andreani presentó su prototipo de “Semirremolque Full” con determinadas características surgidas de la experiencia de sus áreas de tráfico, mantenimiento, investigación y desarrollo de flota y choferes.

Para su implementación, la compañía invertirá $ 16.000.000 en 22 de estos semis equipados con tecnología española que ofrece más protección de la mercadería y favorece la prevención de accidentes.

Atender una demanda

“Si contemplamos la soja, con un proyectado 2020 de 70,9 millones de toneladas, el parque automotor de carga actual no podría transportar esa cantidad de carga, por eso estas alternativas se suman para hacer más competitivo al sistema de transporte”, asegura Pablo Díaz, jefe del área Bitrenes de la Secretaría de San Luis Logística. Ocurre que la Argentina se volvió muy dependiente del transporte por carretera y los aumentos de precio del combustible e insumos que afectan los costos finales de los productos generan pérdida de competitividad para el sector. “Por ese motivo, el bitren es la mejor alternativa para poder lograr mayor eficiencia logística y volver a ser más competitivos”, señala.

Desde el departamento Técnico e Infraestructura de Fadeeac explican que, desde la última modificación de la Ley de Tránsito (decreto 79/98), pasaron casi 20 años de desarrollo en tecnología vehicular, tanto en potencia de motores como en sistemas de frenos y suspensión; pero el tema no pasa sólo por tener nuevas alternativas, sino por poner al servicio de la industria del transporte, y de la sociedad en general, estas nuevas tecnologías.

“Mover cosas de manera más eficiente, es decir, con menor uso de recursos -consumo de combustible, espacio físico en la red vial y tiempo de mano de obra- por unidad transportada, es clave para reducir costos. Y esa reducción es el punto central de nuestra propuesta para mejorar también la seguridad vial”, sostienen desde la Federación.

En tanto, Silvio Serafini, gerente de Tráfico del Grupo Logístico Andreani, asegura que “en un contexto de aumento permanente de costos, que no siempre se puede trasladar a los clientes, es necesario buscar diferentes opciones para lograr la mayor eficiencia y, en transporte troncal terrestre de mercancías, se vuelve clave aplicar el ingenio y la innovación para optimizar las bodegas de las unidades al máximo posible, para lograr una consolidación más eficiente y segura de la carga”.

Renovar las ofertas

TASA Logística es otra empresa que busca innovar en su transporte de grandes cargas y, para eso, apuesta a la implementación de bitrenes en algunas de sus operaciones. La decisión, cuenta Sebastian Otero, gerente de Negocios, les permite ciertas mejoras como “reducir en un 30% el consumo de combustible por tonelada transportada, considerando tráficos muy especiales, en pendientes, con caminos pedregosos y de adherencia variable; mayor seguridad por su sistema antivuelco EBS, frenos a disco, ABS, control de estabilidad y control de frenado; bajar costo por tonelada al elevar la cantidad transportada por unidad; reducción de emisiones de CO y CO2; optimizar la operación (maniobrabilidad, radio de giro, frenado, etc.); y condiciones de trabajo para el chofer que superan la situación actual”, entre otras.

Los equipos que presentó Fadeeac tienen en común con los bitrenes la necesidad de incorporar tecnología en materia de seguridad, sobre todo en lo referido a frenos.

Por eso, los equipos de alta capacidad de carga harían obligatoria la incorporación de sistemas de antibloqueo (ABS) y de control electrónico de frenado (EBS) en los remolcados.

Aprovechando las posibilidades que ofrece el uso de suspensiones neumáticas, también se incorporan sistemas de control de estabilidad lateral (ESP) y de control de peso abordo. “Además, se mejora la estabilidad dinámica de las configuraciones respecto de las actuales, asegurando una repartición de peso adecuado entre vehículo motriz y remolcado para eliminar discordancias existentes”, destacaron desde la entidad.

“Las propuestas contemplan la reducción de costos y beneficios ambientales”

No obstante, cuentan también con diferencias, ya que el desarrollo de Fadeeac no implica rediseñar elementos de infraestructura existente, público o privado: “Sus longitudes son iguales a los vehículos que circulan en la actualidad y están compuestos por una sola unidad remolcada, por ende, el acceso a lugares de carga y descarga, y estacionamiento en los docks, no se verían afectados”.

Por su parte, “los semirremolques de Andreani favorecen el cuidado de la mercadería debido a su sistema de suspensión neumática, la cual absorbe un 58% más las imperfecciones del camino con respecto a un sistema de suspensión elástica”, afirma Serafini. Estas unidades, que poseen un volumen de carga de 109 m3 -aproximadamente 20% más que una regular-, reducen la posibilidad de bloqueo de ruedas, vuelcos y “tijeras” (doblamiento de la unidad) “ya que están equipadas con frenos a disco con ABS, control de estabilidad y suspensión neumática, que son comandados por la computadora de a bordo”.

En cuanto a los sistemas, indica, se destacan “el sistema Load Transfer, que permite distribuir automáticamente el peso de la carga de manera uniforme subiendo el tercer eje; el sistema ILAS, que levanta y baja el primero de los tres ejes del semirremolque en forma automática, en función del peso que detecta; el sistema COLAS, que permite subir y bajar la altura de la culata para adaptarlo a la altura del dock; el sistema SoftDocking, para estacionamiento trasero inteligente; la computadora de abordo que ofrece toda la información de los viajes, fallas, activaciones de frenos, etc.; y un panel solar que alimenta el GPS para conocer siempre su posicionamiento, aún sin estar enganchado a la unidad tractora”.

Cualquiera sea la elección, queda claro que el autotransporte se prepara para incrementar cargas, buscando mayor seguridad en los caminos y sumando la tecnología necesaria para mejorar su competitividad y reducir unos costos que, de momento, no encuentran la manera de frenar su incremento.